Para los delgados y sombríos. Inventadas en 1987 por Steve Byrne y originalmente lanzadas al mercado como Lowe Balls, se han convertido en el arma secreta de muchos escaladores profesionales y de ayuda. Estas pequeñas maravillas funcionarán en pequeñas grietas de lados paralelos donde la única otra opción es golpear un pitón. Las tuercas de bolas también funcionan en cicatrices de pasadores y pequeñas llamaradas donde ni siquiera las microlevas modernas simplemente encajan. Como pesan tan poco, muchos escaladores profesionales avanzados mantienen un número 2 y un número 3 en su soporte en todo momento.